Pesarse a diario: pros y contras
Lo de pesarse no es una ciencia exacta y los datos siempre hay que relativizarlos y mirarlos con perspectiva a largo plazo. No obstante, y aunque muchos expertos recomiendan pesarse una vez a la semana. Puede haber situaciones o etapas donde pesarse a diario puede ayudarnos a perder o controlar el peso.
Los primeros dias que comenzamos a mejorar nuestra dieta y a hacer ejercicio, perdemos más peso, por lo que puede ser buena idea pesarse a diario y ver que el cambio en el estilo de vida funciona. Esto provoca una motivación extra, al ver que día tras día el peso va bajando.
Pesarse a diario puede ser una estrategia para controlar el peso
Cuando llegamos a alcanzar nuestro peso objetivo y queremos mantenernos, también puede ser una buena estrategia pesarse a diario. Esto indica que nos preocupamos por mantenernos y si tenemos más de un día seguido donde vemos que el peso aumenta de forma significativa, somos más conscientes de que lo estamos haciendo mal.
Como hemos dicho más de una vez, medir las cosas nos hace más conscientes de cómo son nuestros hábitos. Por eso, si monitorizamos el peso a diario, seremos más conscientes de cómo estamos llevando los hábitos dietéticos y de ejercicio, pudiendo rectificar a tiempo o dándonos cuenta de cuándo hacemos las cosas bien.
También hay situaciones en las que no se recomienda pesarse a diario. Una de ellas es si nos afecta mucho el dato de la báscula, ya que podemos llegar a obsesionarnos e incluso pesarnos varias veces al día. Recordemos que el peso varía a lo largo del día. Debemos, por tanto aprender a pesarnos bien.
Cuando llega el punto en el que nos estancamos en el peso, tampoco es recomendable pesarse a diario, porque los datos pueden volvernos locos. Solo un peso semanal nos puede dar una visión más objetiva de cómo estamos haciendo las cosas.
Conclusión: pesarnos a diario, siempre en las mismas condiciones y con la misma báscula, puede ayudarnos a controlar el peso cuando hemos alcanzado nuestro peso objetivo y, también, puede ayudarnos a motivarnos los primeros días en los que empezamos un cambio de hábitos, ya que podemos ver cómo hacer ejercicio y comer mejor funciona.
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